sábado, 1 de marzo de 2014
Hímero
Sí, fue sencillo.
Pero no tan simple como creía.
Fue bonito.
Tanto, que es más de lo que pueda soportar sin tropiezos.
Tanto, que podría querer y querer. Más y más. Sin límite.
Tanto, que podría convencerme yo misma de ser otra persona. Vivir otra vida.
Vivir otra vida. Contigo y sin ti.
Vivir de los desahucios de la carne conquistada.
Vivir de los suicidios de todas mis palabras.
Vivir del embrujo de sentirme reventar, del vicio de implosionar.
Vivir de la lujuria vital.
Vivir de la lujuria vital.
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