Sólo eso, nada más... Nada más...

Muchas horas despierta, algo de alcohol en sangre, un bochorno insoportable y un descontrol hormonal importante son algunas de las circunstancias que me acompañan esta noche.
Antes de acostarme para dar un millón de vueltas en la cama, mal dormir, y levantarme cansada y desorientada quería decirte algo. Pero no lo haré, sólo escribiré esto.

Lo que más me asustó de ti, lo que más me hizo retroceder, lo que finalmente me venció, fue algo que siempre, antes de que tú fueras en mi vida, fui capaz de enfrentar. Fue tu miedo.

Empezando por M y acabando por O

Ya empiezo a llegar tarde otra vez... Es una costumbre adquirida que no estaría mal abandonar, pero es que hoy llegaré tarde por escribir cuatro líneas. Yo, para mi misma, lo entiendo como una excusa válida.
De todas maneras sólo quiero dejar aquí, de alguna manera, un recordatorio de lo que me ronda hoy la cabeza...

El miedo que me habita se está vistiendo de gala ahora que te tengo tan cerquita, y me da mala espina...
Quiero pedirte, aunque no sé cómo hacerlo, que me ayudes a no salir corriendo, que me ayudes a darte la oportunidad que te has ganado a pulso.
Quiero pedirte que no seas mi víctima, que no dejes que el desengaño embargue la ilusión que hasta este momento me ha dado de comer.
Quiero pedirte que seas más grande que las distancias, mucho más grande que las vueltas del reloj, muchísimo más grande que los espejismos que me rodean, inmensa....
Quiero pedirte que me enseñes a quererte, tal y como te mereces...

Ten paciencia, y enséñame...

Lo que aún me mantiene a 2 centímetros de ti

Son más los silencios y los espacios que las palabras y el roce.
Es ése vacío que se avalanza sobre mi cuando no estás.
Es la sensación de haberme perdido entre toda esta gente, de no saber a dónde ir ni qué hacer, sólo porque soltaste mi mano por unos segundos.
Es la palabra "necesidad" golpeando mi frente al ritmo del segundero del reloj que nunca llevo.
Son las tornas entornadas, la misma historia de siempre y siempre tan diferente, eres tú, y soy yo con lo que doy y lo que no.
Y que es mentira, que los abrazos nunca duran porque soy inconformista, porque siempre quiero más.
Y que si la mecha se consume no me viene de otro salto. Pero sin prisas, sin atajos, sin desatinos ni pasos en falso.
Es ley de vida y por eso somos dos y aún así es tan difícil...

Desde mi parte responsable...

Por haberme comportado como lo que siempre desprecié.

Por haberme convertido en lo que tanto temía.

Por haber corrompido vilmente algo que que llevaba tan dentro.

Por haberte culpado a destiempo de algo que nunca llegaste a hacer.

Por haber resultado tan asquerosamente hipócrita, tan intensamente fría.

Por haber hecho de todo esto un juego y por mi empeño en ganar.

Por el daño causado, por el tiempo perdido, por tus reproches lícitos y silenciosos, por mi conciencia cansada y sucia.