jueves, 2 de febrero de 2012

Buena suerte

Para que nunca se nos olvide, por si acaso.

Que yo quiero muchos días como este que hoy me has regalado.

Reírnos tanto y tanto.
Desayunar un potaje de lentejas y quedarme dormidita en tu espalda.
Que me toques la panza y te guste cómo levanto los brazos.
Darme golpes y romper las cosas y que te encante mi torpeza.
Y pasar las horas paseando por las estancias de esta casa que nos cuida, planeando nuevos viajes, investigando nuevos retos, retozando entre las mantas del sofá y cocinándote.

Que yo quiero protegerte. Hasta de mi misma, de mis torpes fantasías. Que nada ni nadie pueda dejar un surco en tu dulce piel.
Para ti son todas mis cosas buenas.

Como hoy.