Pienso cuando siento ganas de besarte
Que si no hubiera tenido otras obligaciones te habría amado sin mesura
Que siempre el destiempo fue la condición
Que sólo fuimos desafortunadas
Que todo fue una circunstancia absurda
Pienso en lo bueno, que fue tanto
Aunque no recuerdes ya nada de aquello
Y lo guardes bajo toneladas de mortero
Bajo toneladas de agallas y fuerza de voluntad
Pienso que mi ansiedad era mi culpa
La lucha que se desataba en mi pecho
Porque tú pedías algo que yo quería dar
Porque tú exigías cosas que yo no podía dar
Pienso que puede que callara demasiado
Y merecieras más palabras
Pienso en tu dolor ahogándome a traición
Y en tus vueltas de tuerca
Pienso que nunca entendiste nada
Y que quizás sólo yo podría haberte hecho entender
Pienso en la venganza a la que me vi sometida
Y quiero pensar que callaste demasiado, que yo no entendí nada
Para no pensar que no fuiste más que un error de cálculo, un traspiés, una fábula perversa atravesada en el vértice de mis instintos.