jueves, 16 de agosto de 2012

Sin traducciones


Nunca supe contar cuentos. Pocas veces intenté siquiera escribirlos. No sé hacerlo, no convenzo. Yo lo sé, y no insisto.
Sólo sé decir verdades, aunque sean sólo mías. Sólo eso, o callarme.

Me gustas, tan sencilla. Tan fácil, tan factible, que es tan mágico que pueda ser.
Que con tus ojos iluminados lo mueves todo aquí dentro. Funciono. Me quiero mover. Llévame. Vuélame. Trágame.

Es tan simple, que cuesta infinito de traducir.

Que yo te veo y yo lo siento, que lo llevo metido dentro.
Que yo te veo y yo lo sé, que eres tú y que yo te quiero.

sábado, 4 de agosto de 2012

Dulce sueño


Qué bien sentarme en la terraza a escribir. Tan tarde.
Tan oscuro.
Tan silenciado,
 ahora,
 el mundo.

Qué bien no haber perdido el juicio en mitad de la tormenta. Tan larga.
Tan trampeada.
Tan llena de maleza,
                                tú,
                                     en tus ideas.

Qué serenidad pausada.
Qué orgullosa calma preside mi desvelo renovado,
                                                                          descargado, 
                                                                                             ajeno.

Vigilia bien recibida, por indolora.
Vigilia en compañía de mi princesa dormida.