En el fondo y desde el primer momento, nunca dejó de ser consciente de que todo acabaría siendo una pesadilla sin salida.
Pero, y qué?
No hay alma libre que pueda luchar contra su propia esencia y suicidar sus ansias instintivas por algo tan estúpidamente terrenal como la conciencia inculcada a base de inventos convenidos.
Así que, en el fondo y desde el primer momento, todo se convirtió en una trampa sencilla e infalible que sin margen de error alguno acabaría por convertirse en una pesadilla sin salida.
Y así rezó Alicia en una deslumbrante reflexión:
Sí yo hiciera mi mundo todo sería un disparate.
Porque todo sería lo que no es.
Y entonces al revés, lo que es, no sería
y lo que no podría ser si sería. ¿Entiendes?
¡Qué curioso!