viernes, 4 de febrero de 2011

Me preocupa estar a las puertas de un camino sin retorno.
Un camino que andaré yo sola. En el que no podrás acompañarme porque el lugar al que lleva es justamente el que más lejos esté de ti.

Despertar sin ti; y darme cuenta de que no has retrocedido.
Tu ausencia prolongada y tu silencio tan absoluto son reveladores.
Mi turno para luchar pasó, llegó el tuyo, y esto es lo que haces.

NADA.

Ausencia y silencio es lo que recibo de ti.
Para que lo entienda mejor, para que lo vea más claro.
Para que no me queden dudas sobre tus dudas, que ya no existen.
Para que, poco a poco y de manera irremediable, me sitúe a las puertas de un camino sin retorno.

Sólo lucha quien tiene un motivo por el que luchar.

En cuanto empiece a andar sé que no habrá vuelta atrás.