viernes, 20 de agosto de 2010

Vida astral

La vida es ya una cinta corriendo bajos mis pies. No puedo quedarme quieta...
Camino sin rumbo.

Descerebrada.
Descorazonada.
Desalmada.

Pero muy educada.

Al borde del colapso por saturación interna.
Envasada al vacío en el momento exacto de la sístole, del aliento entregado, del músculo tensionado, del estómago hambriento y del grito desesperado.

No hay respuesta para quien quiera entender éste dolor endémico de mis entrañas.












... La angustia no puede traducirse más.


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