A veces tengo la sensación de tener los ojos al revés, como vueltos. Como si miraran hacia dentro.
Y a la vez siento la respiración contenida, como si no necesitara más aire que el que ya tengo para seguir viviendo.
Duran tan poquito esos momentos en que no cabe el miedo en ningún rincón de este cuerpo...
domingo, 25 de noviembre de 2007
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