jueves, 20 de septiembre de 2007

Casi matemátco

Huele a invierno.
Me dan igual las temperaturas, las precipitaciones, las horas de luz. Que la gente vista bermudas y vaya a la playa, que el sol brille en un cielo azul, que los ríos aún anden secos.

Con el olor del invierno, una sensación brutal de necesidad de ti ha recorrido todo mi cuerpo. Quiero que tú seas mi abrigo este año, quiero que tú me arropes, que tú cuides de mí.

Yo lo veo, puedo sentir cómo se va instalando entre nosotros, en silencio. Nadie se da cuenta pero él ya está aquí, y despacio su melancolía se extiende por mis venas. Mi corazón late cada día un poquito más lento...

Quédate a mi lado este invierno.
Quédate, no te vayas.

Quédate y sálvame.

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