Amb una vegada no n'hi ha prou

Bufff....

Muy poca sangre para demasiado alcohol...
Y las ideas se me escapan por las manos...

No son horas de ir en estas condiciones pero poco me importa.
Lo que sí me importa es la ausencia habitada... por ser habitada, que en el fondo es sólo culpa mía, y que es un augurio de más malas pasadas...

Lo que ahora es una realidad palpable es, en verdad, una realidad siempre... La confusión.
Porque me faltan las cosas claras, pq me sobran las cosas claras.
Y así, medio borracha a horas indecentes, entiendo que sin necesidad de alcohol ésta es la sensación que me viste cada día desde hace un tiempo... Perdida, desordenada, desorientada, a ratos fuera, a ratos dentro...

Y enfadada, conmigo misma, por ti... Por ti y por todos... Pero más por ti que por nadie.

Y se me pasan por la cabeza tantas tonterías... Y por poco tiempo se me ocurre que quizá te dolerían, pero luego resuelvo que no es más que una mentira... Que en realidad no soy nada, nada más que un momento al día.

Soy un segundo de escape, un recuerdo remoto que viene y va y tarda demasiado tiempo en volver a ser... Una fuga, una válvula, un instante, y al final, nada...

Así que las tonterías van a ser mi amenaza a partir de ahora, y cumplirla me resulta tan fácil... Y las consecuencias me van a importar tan poco como a ti y a todos tus semejantes os importa mi dolor.

Sí, puede que ande un poco borracha diciendo tonterías... Pero ya lo dicen, los borrachos y los niños nunca mienten... Y si me pongo, ahora podría ser ambas cosas...



Hace días que vengo pensando... El mensaje subliminal por excelencia es el tuyo... El silencio.