Mi tiempo mío...

Doy por hecho que no puedo gritar con todas mis fuerzas repetidas veces hacia adentro, sin que nadie más lo oiga, sin perturbar la estúpida paz que se supone que reina en este estupendo y fantástico mundo. Y lo doy por hecho porque lo imagino imposible, total y absolutamente.

Bien... Hoy para cenar te comes las ganas de desahogo, te comes la necesidad y el no poder más, te tragas otra vez todo lo que necesitas vomitar desde hace tanto tiempo. Venga, que aún cabe un poquito más, aprieta bien todo lo que hay ahí, que todavía entra más mierda.

Debe tener su gracia para alguien, imagino yo, que todo lo bueno tenga su maldito precio en esta vida... Y que todo sea tan excesivamente caro... Habrá que ver si me compensa...

Así que corre un par de horas, dúchate con agua muy caliente, luego con agua muy fría y ahí terminó tu tiempo tuyo por hoy, lo demás véndelo por nada, tíralo a la basura, o peor, deja que la chusma que te rodea como aves carroñeras lo rompa y pisotee a su antojo.

A partir de ayer, dos meses es el plazo máximo.... No doy más porque no.