domingo, 30 de mayo de 2010

Implosionar

Tantas veces te vi y tú ni siquiera me miraste.
Nunca me supo mal, esos ojos hundidos en un alma tan triste no podían ver.

Me gustó arrancarte palabras aunque vacías.
Me gustó sacarte de tu silencio.
Me encantó palpar tu timidez en el aire que flotaba entre nosotras.

Despacio tuve más de ti.
Miradas que buscaban encontrarse y huían avergonzadas al hacerlo.
Confesiones que delataban tus secretos pensamientos.
Pasos en falso que nos llevaban a tocarnos, a penas nada.

Me pediste un abrazo que tardó en llegar.

Y cuando vino todos los animales callaron.
Calló el viento, callaron las aguas.
Todo. Todo en este mundo fuimos solas tú y yo.
Tu pecho en el mío, mi espalda en tus manos, tu respiración contenida y nuestras piernas perdidas.
Explotaron los suspiros emocionados e intensos, ahogados.

Nunca tuve tanto.
Tanto de nadie.
De nadie así.

1 comentario:

niña de azucar dijo...

Qué bien se te da esto de tejer palabras...