domingo, 6 de enero de 2008

19.000 km ya...

La gente con la que me junto siempre me dice que soy muy joven, algunos hasta me miran mal cuando me lo dicen. ¡Que yo no tengo culpa ninguna!

Pero es que me da igual tener 22 años. Yo tengo la sensación de que la vida se me pasa rapidísssimo...

Prisa no tengo... Pero unas ganas que reviento sí.
Y una cosa y la otra son bastante parecidas... Lo sé.
Pero yo todo lo hago igual, porque quiero y me gusta así, y la vida son dos días de esos cortos que se van y no te das ni cuenta. Y mañana no sé, y luego no sé, y como no sé, pues me tiro de cabeza.

Me encantó tu cara cuando abriste ese regalo. Y el abrazo fuerte fuerte y tus ganas de comerme.

Tengo guardadas algunas palabras, que querían salir y no tuvieron tiempo. Hablan de cosas importantes que dejamos entrever y yo estaba en el balcón y temblaba porque tenía frío.
Esto antes no me pasaba, me las escondía en un rincón y criaban polvo y no pasaba nada, y yo me hacía gorda por dentro de cosas que se caducaban. Ahora me queman y me queman y me pongo nerviosa si no estás para decirlas y que no me pesen más.

Me he dado cuenta de que escribo mejor cuando no soy tan feliz...
Es una lástima, pero qué se le va a hacer...