Corretean descalzas por casa.
Creen que no me he dado cuenta, pero sus risas traviesas las han delatado.
Y ya me acompañan por la autovía con el ruido del motor de fondo. Se mezclan con canciones que hacen la espera más corta, el calor más ajeno.
En cuanto pueda cazarlas y ponerlas en orden estaré dando forma a mis nuevas decisiones.
Antes de que la paciencia que se ha hecho tan pequeña, se agote.
No hay comentarios:
Publicar un comentario