lunes, 9 de abril de 2007

Un plan

Las dudas que te visten se me antojan futuros errores.

Las dudas que me visten me parecen nuevos dolores.

Desnudémonos en palabras, caricias y miradas y engañemos así al destino.

Y que ese engaño dure diez días o diez años, o tanto como queramos.

Y pongámosle un nombre.
Llamémosle, por ejemplo, amor.

No hay comentarios: